Egipto. País del norte de África, con una cultura milenaria que aún sorprende a historiadores y arqueólogos. En El Cairo (Al Qahira, original) se encuentra la única maravilla del mundo antiguo que perdura hasta nuestros días, la Gran Pirámide de Keops, junto a las pirámides de Kefren y Mycerinos, con la guardiana Esfinge de Giza, el Templo del Valle, la antigua ciudad de Memphis, la Necrópolis de Sakkara y la cercana ciudad de Alejandría, en la costa del Mar Mediterráneo, hacen de esta ciudad una de las más visitadas de la región. El Museo de Antigüedades Egipcias, o simplemente el Museo Egipcio, de la Plaza Tahrir, en pleno centro de El Cairo, exhibe la más amplia muestra de objetos de todas las dinastías e imperios faraónicos. Recientemente se abre el Gran Museo de Giza, el mayor museo dedicado a una sola cultura. Entre los tesoros que gusrdan los museos de El Cairo, se destaca la gran cantidad de momias, la sala del controvertido Faraón Tut Ank Amon, con todos sus objetos mortuorios y la máscara en oro forjado. Si se quiere recorrer la historia de esta maravillosa civilización, se recomienda hacer un crucero por el Nilo, desde Luxor (antigua Tebas) a Aswan, o a la inversa, para visitar los templos de Luxor, Karnak, de la Reina Hatshepsut, de Edfu, Kom Ombo, Philae, cada uno dedicado a una deidad diferente. La Ciudad de Hurgada, que emergió del desierto hacia la costa del Mar Rojo hace una década, es uno de los destinos preferidos de quienes además de arte e historia, buscan entretención y relax. Las cálidas y transparentes aguas que bañan las arenas doradas bajo un clima inigualable, son un escenario perfecto para disfrutar de la playa y los deportes náuticos. Del otro lado, en la Península del Sinaí, esta Sharm El Sheikh, el paraíso del buceo en el Mar Rojo, con una intensa vida nocturna, las más bellas barreras coralinas, y una variada fauna y flora marina.
Turquía. Asentada sobre Asia y Europa, en la Península de Anatolia, posee todos los atractivos del turismo: historia, culturas ancestrales, playas y ciudades bien estructuradas. La ciudad más visitada, Estambul, es la única en el mundo sobre dos continentes. La historia recoge testimonios de una inmensidad de culturas que poblaron el país y dejaron oportunamente, sus huellas. La ciudad de Canakkale fue escenario de la mítica guerra de Grecia y Troya por los amores de Paris y Helena; Kusadasi, en la costa del Mar Egeo, es un balneario cercano a Efeso, y a la última morada de la Virgen María; Pamukkale cuenta con los impresionantes Castillos de Algodón, maravilla natural de cascadas, estalactitas y piscinas naturales formadas por el paso de aguas termales cargadas de sales; y la región de Capadocia, con el Valle de Goreme, en un increíble paraje de estructuras naturales de lava, con extrañas y asombrosas formas e iglesias excavadas en la roca, adornadas con bellísimos frescos. La capital, Ankara, recoge la historia de una nación que luchó con las mayores potencias de la historia, que combinó las culturas más antiguas y surgió como la más occidentalizada de las naciones del Medio Oriente.
Israel. Pequeño país formado como Estado hace menos de un siglo, con un gran patrimonio histórico y cultural. En su territorio se encuentran lugares emblemáticos de casi todas las religiones. Este país guarda tesoros incalculables para católicos, cristianos, musulmanes, budistas y miembros de todas las vertientes religiosas, que visitan y recorren el país. Desde la antigua Jerusalen, con el Muro de los Lamentos (Muro Occidental), la Explanada del Templo, la Vía Dolorosa, la Iglesia del Santo Sepulcro, la Iglesia de la Roca, la Mezquita de Al Aqsa, los barrios modernos, el Museo de Israel, que guarda los Manuscritos del Mar Muerto, Yad Washem, monumento a los judíos muertos en el Holocausto, el Monte de los Olivos, el Huerto de Getsemaní y la Basílica de la Agonía, hasta la moderna Tel Aviv, con playas y una intensa vida nocturna, o la cercana Belén, con la Gruta y la Basílica de la Natividad de Jesús, o el Monte Sion, la Tumba del Rey David y la Basílica de la Dormición, y la región de Galilea, Nazareth y el Río Jordán, todo el país rezuma historia y cultura.
Jordania. País de gran estabilidad política que promueve el turismo continuamente, cuenta con variados e interesantes atractivos. Amman, la capital, es una ciudad tanto romana, con baños, teatros, foros, templos y avenidas, como musulmana, con coloridas mezquitas, y cristiana, con varias iglesias antiguas, lo que le imprime un valor histórico - cultural impresionante. La Ruta de los Castillos del Desierto permite ver fortalezas de tiempos de las Cruzadas, caravanserais (posadas medievales para comerciantes de la Ruta de la Seda), hasta las orillas del Mar Muerto. Entre los mayores atractivos se encuentra Petra, la ciudad de los Nabateos, construida en piedra rosa entre las montañas, donde se destaca el templo del Tesoro, una de las nuevas Siete Maravillas del Mundo Moderno, a donde se accede por desfiladeros impresionantes. La ciudad de Jerash, completamente greco - romana, es famosa por su arquitectura y nivel de conservación. El Desierto de Wadi Rum es escenario de safaris por sus elevadas y bien delimitadas dunas, donde además se puede pernoctar, una inigualable experiencia de misticismo y naturaleza.
Siria. País del oriente cercano con costas en el este del Mediterréneo. Su capital, Damasco, es una de las ciudades habitadas m+as antiguas del mundo, que mezcla culturas y arquitectura, tanto occidentales como árabes, por lo que se encuentran modernos edificios entre mezquitas intemporales. Palmira, enclavada en un oasis donde se encuentran ruinas de notable importancia arqueológica, entre ellas las del templo de Bel, Dios pagano, todas en un área de varios kilómetros cuadrados. Otros lugares a visitar son Aleppo, con la ciudadela y el interesante zoco; el Crac (Castillo) de los Caballeros, típica fortificación medieval, y las ciudades muertas, que presuntamente conformaban la antigua Antioquía.
Libano. Antigua fortaleza económica del Medio Oriente, después de dos guerras quedó muy devastada. No obstante por la riqueza arquitectónica e histórica, y su agitada vida nocturna, es un destino muy visitado. Atesora ruinas romanas, islámicas y bizantinas. Baalbek es una ciudad a visitar, las ruinas de la ciudad fenicia, dedicada al Dios Baal, con sus Propileos, el Templo de Júpiter, el Templo de Baco, y más afuera, el Templo de Venus. La ciudad de Byblos, entre las más antiguas habitadas del mundo, atesora templos, ruinas de castillos y tumbas al lado del mar. Beirut, la capital, se va recuperando de las pasadas contiendas. Muy agradable es el paseo costero de La Corniche, con el Faro Manara, y el barrio de Hamra, uno de los más turísticos y comerciales.
Emiratos Árabes Unidos. El país, constituído por siete Emiratos con costas en el Golfo Pérsico. A pesar de que 4/5 de su territorio es desértico, tiene montañas con riquezas minerales y regiones agrícolas fértiles. Es el sexto país en el mundo en cuanto a reservas de carburantes, y el desarrollo económico es de los más altos del mundo. Lo más interesante es el asombroso desarrollo social del país, que mantiene su cultura y religión en medio de una vorágine de modernidad. Junto con la Mezquita de Jimeirah, se verán los más impresionantes edificios: el Louvre Abu Dhabi, construido en una isla artificial, el hotel Burj Al Arab (único de 7 estrellas), las Islas Palma, construidas en el Golfo para desarrollo del turismo, y la cfapital, Abu Dhabi, donde se verá la Mezquita de Sheikh Zayed, construida en honor al fundador de los Emiratos Árabes Unidos, en deslumbrante color blanco.